viernes, 27 de junio de 2008

La Iglesia en la Colonia

Durante esta época su poder era muy reducido, ya que la Corona Española conquistó parte de América con el compromiso de evangelizar, por lo tanto, asumió ciertos derechos sobre la Iglesia, que en España contaba con un gran poder y en Europa en general, para poder cumplir su rol. Entre ellos, el derecho de Patronato. Éste consistía en una serie de atribuciones que el rey de España tenia sobre la administración de la Iglesia entre los cuales le permitía a la corona nombrar autoridades eclesiásticas y elegir los lugares para construir templos, monasterios y escuelas a cargo de la iglesia, la recaudación y administración del impuesto que recibía la Iglesia y el derecho exequator, que le permitía autorizar o rechazar el paso a América de decretos papales. Pero aún así conservaron cierta influencia en las pautas sociales de comportamiento, e incluso –por medio del Tribunal del santo Oficio, credo en 1231- llegó a perseguir a los que rompían las reglas impuestas y llevaran ideas contrarias. También la Iglesia se preocupó por la evangelización y la educación. Las principales órdenes religiosas que se interesaron por esos fines fueron: franciscanos, dominicanos jesuitas. Estos últimos se destacaban por la preparación de sus miembros, su importante rol evangelizador, sus riquezas, sus tierras y su producción. Pero en 1767 la Corona los expulsa de América debido a algunos conflictos que se habían desarrollado entre ellos y las otras órdenes religiosas.


Fuente:


http://www.solo-historia.blogspot.com

Personajes Destacados de la Colonia

Alonso de Ovalle:1603-1651

En 1640 fue nombrado procurador de la viceprovincia jesuita de Chile, cargo que lo obligó a estudiar a fondo la realidad del Reino, lo que sería la base para la redacción de su principal obra.

En la ciudad italiana empezó a escribir su gran obra titulada Histórica Relación del Reyno de Chile, la que publicó en 1646.

El escrito tiene el mérito de salir de la simple crónica, para desarrollar una historia viva y científica, que no relata lo pasado con el cansancio erudito, sino con una fina prosa, expresión de su gran conocimiento del idioma. Asimismo, en su obra Alonso de Ovalle intenta realizar una geografía descriptiva de Chile, completándola con una serie de mapas.


Francisco García Huidobro: 1697-1773

Fue el fundador de la Casa de Moneda y también redactó las Nuevas Ordenanzas de minas para el Reino de Chile, que rigieron entre 1754 y1785, de gran importancia para el desarrollo de la minería en Chile.

Encontrándose en Madrid, Francisco García Huidobro entró en contacto con Tomás de Azúa, quien había pensado en la gran utilidad que para el Reino tendría el establecimiento de una Casa de Moneda. Eso había sido tratado en varias oportunidades, pero siempre había encontrado el mismo obstáculo: los costos que implicaba. Azúa propuso que estos corriesen por cuenta de algún capitalista que actuara como concesionario, librándose así al Fisco de los gastos correspondientes.

García Huidobro estudió la propuesta y la aceptó, al igual que el Rey, quien el 1º de octubre de1743, autorizó el establecimiento. Condicionó a que el concesionario corriera con los gastos de maquinaria, herramientas, operarios e infraestructura, concediéndole a cambio- a él y a sus herederos- el cargo de tesorero del establecimiento y las ganancias obtenidas de la acuñación.

Desde España, García Huidobro despachó las maquinarias y tras varias dificultades,
la Casa de Moneda se instaló finalmente en Santiago, en la esquina de Huérfanos y Morandé. La primera moneda allí acuñada salió a circulación en 1749. En 1770, el Rey Carlos III decidió que el establecimiento pasara a manos estatales, lo que se hizo efectivo en 1772. El beneficio que García Huidobro había obtenido durante su administración, se calculó en 31.527 pesos anuales. Por esta obra, se le concedió el título de Marqués de Casa Real.


José Perfecto de Salas: 1708-1778

En 1738 viajó a España, arribando a Sevilla en octubre. Allí obtuvo el puesto de fiscal de la Real Audiencia de Santiago (1746), ciudad a la que llegó en diciembre de 1747. Este cargo lo transformaba en asesor del Gobernador y en representante de los intereses de la Corona.


Trabajó mancomunadamente con Domingo Ortiz de Rozas y continuó haciendo lo mismo a partir de 1755, cuando arribó el nuevo Gobernador, Manuel de Amat.


En 1750 redactó un extenso informe sobre la situación del territorio, dirigido al Rey. En este texto Salas abordó, entre otras materias, la necesidad de establecer nuevas poblaciones y la inutilidad del ejército de la frontera de Arauco. Asimismo, propuso una serie de medidas atingentes a los problemas que denunciaba.


También de estos años data su Historia Geográfica e Hidrográfica del Reino de Chile, encargada por el Gobernador Ortiz de Rozas en 1754, manuscrito que estuvo listo en 1760. Al año siguiente, Amat —que había sido promovido a la calidad de Virrey del Perú— lo nombró asesor general del Virreinato.


Ya establecido en Lima, Salas conoció al nuevo Gobernador de Chile, Antonio de Guill y Gonzaga, a quien proporcionó valiosos antecedentes sobre el país.


En 1775 José Perfecto regresó a Chile para continuar su desempeño como fiscal de la Audiencia, siendo destituido al año siguiente. Se le ordenó partir a España para asumir como oidor de la Audiencia de la Contratación en Cádiz. En 1777 partió a Buenos Aires, donde murió al año siguiente.